Como enfermo de los puzzles, nunca deja de sorprenderme cuando veo alguno de sus elementos aparecer en un título que, a priori, no tiene nada que ver con el género. Es el caso de Backpack Battles, que mezcla elementos de los autobattlers (DOTA Auto Chess, Teamfight Tactics, etc.) con una gestión de inventario que, si bien a primera vista puede recordar a la típica pantalla de equipamiento de juegos como Diablo o Resident Evil, rápidamente introduce ideas que pueden trazarse hasta el mítico Tetris.
El objetivo del juego es sobrevivir un número determinado de rondas, las cuales consisten en un combate contra otro jugador. El resultado de este combate, que se realiza de forma automática, se determina en base a nuestras estadísticas (puntos de vida, estamina, etc.) y los objetos que llevemos equipados, que van desde distintas armas, armaduras o incluso ciertos aliados (dragones, lobos, etc.). Antes de cada ronda, tenemos acceso a una tienda donde podemos expandir nuestra capacidad de almacenamiento comprando huecos para nuestra mochila y los objetos con la que llenarla.
Y es aquí donde aparece el Tetris. Tras elegir una de las clases iniciales, empezamos una partida entrando en la tienda antes de ese primer combate y se nos plantea la siguiente pregunta: ¿qué vas a comprar? ¿Quieres un arma, o alimentos para sobrevivir durante más tiempo? Y… ¿cómo y dónde vas a almacenarlos? Mantener ese equilibrio entre llevar suficiente equipamiento para combatir, defenderte, y tener espacio para todo ello es uno de los puntos principales del juego, y lograr administrarlo de manera eficiente te genera la misma sensación placentera de limpiar la pantalla de Tetris con un palo largo o de ser capaz de llenar hasta arriba el maletero de tu coche sin que quede ni un milímetro cúbico de aire. Todo eso aderezado con la gestión tanto de tu dinero como de la aleatoriedad que determina qué objetos vas a encontrarte cada vez que entres en la tienda, logrando así una experiencia en la que nunca hay dos partidas iguales.
Y es que, por mucho que estemos en 2024 y Tetris tenga ya casi la friolera de 40 años, los clásicos son clásicos por algo, y su influencia nunca deja de aparecer por todas partes.
Deja una respuesta